viernes, 31 de mayo de 2013

No Hagáis Leña Del Árbol Caído

Durante el invierno del año 1980,  Luis Calderón y Pedro Requena trajeron desde Quintay, Balneario de la Quinta Región un ejemplar de pino radiata que tiernamente plantaron en los límites de la propiedad de Barracas Benito en la esquina de Nicanor Fajardo con Domingo Santa María  de  Renca.


 Como es natural en este tipo  de plantas, este ejemplar creció rápidamente y en la década de los años ´80 y ´90 en el apogeo de la venta de maderas elaboradas desde este importante y conocido centro de producción de la comuna, se convirtió en un amigo de los fleteros que con sus carros se apostaban en las afueras de este recinto esperando a los clientes para prestar sus servicios muy apropiados a las necesidades de las personas que diariamente llegaba en gran número a comprar los distintos tipos de maderas dimensionadas que se ofrecían. 


Bajo su sombra se jugó a las cartas, a la rayuela, se durmieron siestas reparadoras o bien se arreglaba el mundo desde la visión de cada cual. También se contaban historias de vida de muchas gentes conocidas. 

Con el tiempo cambió la forma de construcción y las preferencias del público respecto de los materiales, así que poco a poco se fueron alejando de este centro de distribución de madera, entonces los fleteros buscaron otros rumbos y el pino fué poco a poco quedando solo , abandonado y olvidado. Lentamente se fué hundiendo en la pena y la agonía de la soledad y cada día que pasaba marcaba su final 

A eso de las 7.00 horas de la mañana del día 31 de mayo de 2013 al cumplir 33 años el pino radiata, verde postal de este lugar sucumbía y se entregaba a las fuerzas de la naturaleza siendo arrancado desde la raíz por el fuerte viento que en ese momento pasó por el lugar.


 Hoy no queda nada.



















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